jueves, julio 29, 2010

Fin de Semana en la Nieve

¿Hace cuanto que no escribimos algo acá? Tal vez casi dos años. Uy ! que nos ha cambiado la vida en estos dos años. Si supieran..?!
Pero bueno, la cosa es que este fin de semana que recién pasó me fui al trabajo de mi papá, en la cordillera frente a Talca, cerquita de la laguna del Maule.
Fuimos con mi tio carlitos también.
Nos despertaron a las 4 y media de la madrugada del día sábado y salimos durmiendo del departamento como a las 6. La cosa es que llegamos con la media maña a las 10 de ese día.

Después de rezongar y patalear un poco, salí a saludar a los compañeros de mi papá. Yo lucía mi nueva parka para la nieve verde con blanco. Ni alcancé a ponerme mis nuevos pantalones térmicos, cuando el amigo de mi papá, el Rodrigo, me atacó con pelotas de nieve. Y yo como soy media india, agarré papá y me piqué.

Lo taponié a nieve. Claro que mis tiros son medios cortitos, así que tenían que ser a quemarropas O mejor dicho a enfríarropas. Obvio, po, si es nieve.

Después de haber transpirado un buen rato, mi papá me tuvo que cambiar el pantalón del buzo (a todo esto, se me quedó el pantalón allá. Papá acuérdate de traérmelo), y también los calcetines y las pantis.
Después, nos fuimos a almorzar al casino donde come mi papá con sus trabajadores, pero hacía mucho friiiiooo; pero eso no me quitó las ganas de hacer el mono de nieve.

Lo penca de todo, es que no alcancé a terminar mi mono, porque las botas de agua que traía me quedaron chicas. Mi papá no cacha que uno está en pleno desarrollo a esta edad.
Pero igual, nos fuimos para la oficina de mi papá y me puse a jugar a la profesora en la tremenda pizarra blanca que tiene en su oficina. Y allí me hice amiga de la secretaria de allá. Ella se llama Patricia y es terrible buena onda conmigo.
Al día siguiente, después de haber dormido calentita en la pensión hasta la hora del cuete, mi papá nos fue a buscar para ir a almorzar a ese casino frío donde él come.
Pero de ahí nos fuimos en la volá de la nieve de nuevo. Pero esta vez, la Pamelita, otra compañera de mi papi, me consiguió una botas de agua de un sobrino de ella. Aunque me quedaban grandes, igual me sirvieron para meterme en la nieve, en el lugar más cototo de todos.

Ahí, empezamos a hacer un nuevo mono de nieve versión 2.0. Lo malo, es que no estábamos con tantas cosas para ponerle al "Osvaldo" (nombre que le puso mi papá y no cacho por qué)
Pero igual lesiamos harto para hacerlo y quedó picho caluga igual.

Después, mi papá y mi tío se las dieron de capos del Snowboard y se tiraron del cerro. Pero la verdad es que se veían bastante ridículos comiendo nieve cada vez que se cayeron. Y eso fue todo el rato !

Finalmente, nos fuimos de regreso a Santiago a la hora en que había un gigantesco taco de toda la gente que se iba de regreso a Talca desde la nieve. Yo lo único que hice fue dormir. No estaba ni ahí con escuchar a mi papá reclamar por los tipos que suben a la nieve sin saber manejar. Claro, como él pasa todo el día en la nieve y sabe manejar en hielo, cree que todos los demás son imbéciles.
Yo, lo pasé súper. Desperté llegando a Santiago, deseando tener una casita de madera como la pensión donde vive mi papá, con chimenea y con el discovery kids.